La rastreabilidad de la industria, mejor conocida como sistema de trazabilidad, consiste en la acción de seguir el proceso de producción de un artículo desde los orígenes de su materia prima hasta que llega a los consumidores, combinando y coordinando distintos métodos y herramientas que permitirán conocer la trayectoria del objeto, recolectando datos durante cada parte del procedimiento de elaboración.
Las grandes compañías emplean este servicio para supervisar el desarrollo de sus cadenas de producción, pues les permite mejorar, subsanar las fallas, optimizar el sistema e inspeccionar la calidad de fabricación.
Tipos de sistemas de trazabilidad
La rastreabilidad está compuesta por dos aspectos, el primero es la trazabilidad interna que se basa en el análisis de los pasos del proceso de producción interno de una compañía, inspeccionando cada segmento de la manufactura, analizando y tomando en cuenta variables como la consistencia de la materia, la temperatura, el color, la cantidad o lote, las técnicas de manipulación o las máquinas utilizadas.
Y el segundo es la trazabilidad externa que consta del mismo proceso anterior, solo que en este caso se evalúan todas las variables externas que influyen en el producto una vez que deja la fábrica, como lo son el embalaje, el transporte, los cambios en la temperatura, posibles eventualidades en la trayectoria, entre otras.
Con la combinación de ambos procesos de verificación se puede aspirar a obtener un producto final de mayor calidad. Sin embargo, existen dos formas de aplicar este método:
La trazabilidad ascendente, también conocida como seguimiento o Track en inglés, que se encarga de supervisar los productos adquiridos por la empresa, como por ejemplo la materia prima, rastreando su origen, procedencia, fecha de emisión o caducidad, componentes, los antecedentes de la compañía que los suministra, etc.
Y la trazabilidad descendente, también llamada rastreo o Trace en inglés, que permite conocer cuáles son las mercancías distribuidas por la empresa teniendo en cuenta el lote del artículo, sus componentes, fechas de emisión y caducidad, destino y consumidores.
Proceso
Para poder aplicar el sistema de trazabilidad a una cadena de producción las empresas deben poner en práctica varios métodos que les permitan registrar, controlar, almacenar y analizar datos sobre la mercancía, para este fin es fundamental que la compañía cuente con un sistema óptimo de identificación.
El primer paso es registrar el artículo individualmente, asignando un número que lo determinará como único, deben incluirse además los componentes, la materia prime utilizada, la fecha de emisión y la de caducidad.
Luego el producto pasa a unirse con un conjunto de iguales, usualmente en varias cajas convirtiéndose en un lote de artículos, este también debe ser identificado con un número asignado, junto con otra información que incluya la cantidad de productos individuales.
Posteriormente los lotes pasan a agruparse en pallets, que también se identifican y desde allí son transportados hasta su destino. Toda la información que surja durante el proceso debe ser registrada usando un software de gestión de datos, que permita recopilar y analizarla para tener un control total del producto.
Los registros de trazabilidad deben ser almacenados por la compañía durante el periodo de tiempo que el producto permanezca en el mercado, y se deben transmitir a cada una de las empresas en las que derive el producto para que estas cuenten con la información necesaria sobre el ítem.
Beneficios
La trazabilidad permite la supervisión del proceso completo de producción de un artículo, desde el origen de su materia hasta la llegada a su destino, concede a las empresas la capacidad para mejorar la calidad de sus productos, el tiempo de entrega y su recepción.
Faculta el control de variables durante la manufacturación de la mercancía, agilizando el proceso y manteniendo un registro de la cantidad de producto generado y almacenado.
Su mayor beneficio se da cuando un producto o un lote específico presenta algún problema, bien sea en su calidad, un error en los componentes o que esté contaminado, en esos casos proporciona a la empresa, mediante el análisis de datos, el conocimiento necesario para descubrir en qué parte del proceso surgió el problema y qué cantidad de mercancía fue afectada.
Gracias a ello, cuando surge esa situación en las compañías, en especial las grandes exportadoras globales, pueden retirar del mercado los artículos perjudicados sin mayores daños a su línea de producción, reduciendo los costos de retiro y minimizando las pérdidas de capital.
¿Quién lo emplea?
El sistema de trazabilidad industrial y marcaje por micropercusión pueden ser implementados por casi todas las empresas, pero se recomienda especialmente a compañías cuyos procesos de producción sean complejos, que involucren muchos pasos, o bien, que elaboren diversos productos simultáneamente.
Es un requisito para la industria alimentaria, pues se debe tener especial cuidado con las mercancías destinadas para el consumo humano, ya que su producción comprende cambios de temperatura, manipulación de químicos, conservantes y colorantes y un error en el uso de estas sustancias o de la salubridad e higiene, podría tener efectos fatales en los consumidores, lo que a su vez incurriría en problemas legales y de imagen para las compañías.
Las empresas de fármacos también deben cuidar el sistema de trazabilidad con la mayor precisión posible, ya que habilita la evaluación de la calidad de un producto y que cumpla con los parámetros para los que fue diseñado.
A pesar de su inminente necesidad, los sistemas de trazabilidad no cuentan con un nivel de precisión específico que deban cumplir, sino que este se determina por la magnitud de la empresa, tecnología, capacidad productiva, relación costos/beneficios e inversión de capital destinado para ese fin.
Los sistemas de trazabilidad industrial y marcaje láser han demostrado proporcionar ventajas en el control de calidad de las empresas, facilitando la supervisión del proceso de producción y ofreciendo soluciones rápidas a la hora de resolver errores en la cadena de fabricación del producto.
La rastreabilidad del producto permite la inspección de sus orígenes, componentes, variables y procesos de manufactura, prevé las posibles fallas del sistema y reduce la repercusión de errores cometidos, evitando la pérdida de capital y minimizando el impacto que podría tener en la calidad del producto o la imagen de la marca. Los sistemas de trazabilidad deben ser aplicados por todas aquellas compañías que deseen incursionar en la producción en masa, ya que garantizará la calidad de su mercancía.
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